Si lo que quieres es una renovación completa de tu vivienda o parte de ella y te asustan las grandes obras interminables, lo mejor es optar por una reforma con Pladur, que ofrece muchas ventajas frente al tradicional ladrillo.
Ventajas del Pladur
Una obra realizada con Pladur es mucho más rápida y limpia que con ladrillo, ya que produce menos polvo a la vez que ofrece un mejor acabado, mucho más liso. Además, permite aplicar fácilmente un buen aislamiento térmico y acústico. Por su menor carga, es la solución ideal para construcciones antiguas o de madera, que normalmente son capaces de soportar menor peso. Presenta una mayor resistencia a la humedad que las paredes de ladrillo enyesadas y resulta más comodo para acometer las instalaciones de electricidad, fontanería etc. Por todas estas ventajas no es de extrañar que sea la tendencia actual en nuevas promociones, incluso en algunas de «alto standing», donde se está imponiendo por su facilidad de montaje y por ser más barato de colocar.
Ventajas del ladrillo
El ladrillo necesita más tiempo de obra y es más pesado, pero en algunas circunstancias es mejor que el Pladur (paredes exteriores, paredes que tengan que soportar mucho peso, etc.). Sin embargo, para el acabado es necesario enlucir las paredes y el yeso tarda días en secar. Además, es complicado conseguir un buen acabado, mientras que el pladur queda totalmente liso.
¿Qué es el Pladur?
Pladur es una marca comercial del grupo Uralita. Es la forma en que comunmente se denomina a los tabiques de placa de yeso laminado o PYL, pero existen muchas otras empresas que producen estos sistemas prefabricados de yeso. Otra de las más conocidas y aplicadas es Placo, del grupo Saint Gobain.
Para formar tabiques con estas placas se utiliza una estructura metálica de acero galvanizado de diferentes anchos, a cada lado de la cual se atornillan las placas, de diferente tipo y espesor, para acabar con el tratamiento de juntas adecuado. Entre las placas se coloca el aislamiento acústico.
